Qué mala suerte¡¡.
Se me ocurre subir a casa de mis padres con la mochila de la cámara. Al bajar por las escaleras, la cremallera estaba abierta y ¡boom!, la cámara cayendo de escalón a escalón.
Parece que básicamente sólo ha sufrido dos daños.
El primero que el flash integrado se queda siempre abierto y no funciona. Eso lo he solucionado con un poco de cinta adhesiva, porque casi nunca lo usaba. He encontrado por internet un vídeo donde explican cómo arreglar un flash integrado que no cierra. Os pongo el enlace por si alguna vez le pasa a alguien. Yo iba a intentar arreglarlo, pero no sabéis lo que me está costando encontrar un destornillador tan fino para los tornillos de la cámara.
El segundo, es que parece que el objetivo 18-105 que llevaba no funciona el autofocus a distancias alrededor de los 50 mm. Ya veremos qué hago. ¿Cámara nueva?, jaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario